viernes, julio 20, 2007

Aquella noche de luvia y viento leve, el universo se precipitó y concentró en la cocina de esa casa en el exacto punto medio entre insurgentes y revolución. Todo se catalizó en un pequeño instante. Luego hubo una sublime explosión caótica y a la vez muy apasiguante. El reloj se apresuraba por dejar atrás lo que entonces marcaba como las dos cuarenta y tres de la madrugada. Se había rondado por la casa lo suficiente. Estelas de burbujas de desolación y pesadéz flotaban a la deriva por los corredores de la casa. No todo era eso, porque si uno volteaba, en el justo momento en que el minuto presente se convertía en el siguiente, podía advertir como alguien vestido de rojo y bigote salía expulsado por la puerta de la cocina desde donde algo brillaba. Pocas palabras fueron dichas esa noche, pero mucho cambió o nos gusta creer que cambió. La historia sin fin del brillo y lo inalcanzable. Tal vez no sea así, tal vez es cuestión de perspectiva y hueEvos.

martes, julio 17, 2007

suca suca mama


piracanto, royal palabra

ijlsadvc

il n´ est pas eté un entretien, et tu le sais
quand tu trouvé l´ais, des lequelles entretiens
tu ne peu pas faire mais q entrevoir
par´ce-que tu l´ais coupé, comme seulement tu le sais.

Adieu
merci