avicinandose la mañana,
formando un hipocampo,
ras(c/p)ando tu paladar,
sorteando tu cerebro,
desesperada, rompe tus 3 mm de corteza y hueso y sube con fuerza
destruyendo arriba la repisa y esa botella de tequilla que se encuentra sobre ti
dejando escurrir.
a Mayahuel y pocos vidrios.
Esbozas, ojos ardientes, palabras
que se elevan como vapor etílico y te calientan los poros capilares, erizándolos
los pelos
un poco.
Demás licores que pintan
la cantina
de ámbar,
blanco,
verde, bajas la mirada quedando atrapada en la salida, donde una gran nocturna la ve en un aspaviento atolondrado y la rebota escondiendo sus pueriles muñones esponjosos.
Traza un camino de sombra hacia el baño y desaparece seguida por un gran ebrio.
Caravanas interesantes por esos rumbos.
Pronto distorsionas y distraes la mente
imaginas que tu lengua ha encontrando una cerveza sucia en el Zócalo
fría cerveza, tu lengua
desenrolla llena de fuerza
la tapa
apresta tu sentido y se baña fervorosa
como fuego en una vela
alrevés.
Tomas piso, Lengua
raspas escarbas
volcánica y áspera piedra.
Lame inscripciones penetra grieta,
hasta probar la tierra ardiente
te cimiéntate derrítete, expulsando raíz
tu tallo
enel "El Subsuelo".
-Yo me he varado- dices pensando, tus dientes tocando el mojado adoquín
hasta donde me has arrastrado lengua.
Arriba
gotea el pequeño hoyo
gotea hinchándose alcólica la madera
Bailando como cucarachas en garibaldi
Ven a mi tequila
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